Considerado como uno de los críticos teatrales más autorizados, el doctor Manuel Peredo (1831-1890) fue un miembro destacado de la élite letrada del siglo XIX. Su singular modestia, su reconocida generosidad, su indiscutible erudición –cualidades que lo caracterizaron le valieron el reconocimiento y el respeto de sus contemporáneos.
En 1868 colaboró en El Semanario Ilustrado; un año más tarde, invitado por Ignacio Manuel Altamirano, ocupó la titularidad como cronista teatral de El Renacimiento, y con motivo de una polémica dio respuesta en cinco colaboraciones más en El Siglo XIX.
En las tres publicaciones, con un inmenso bagaje cultural como sello de su escritura, el doctor Peredo conjuga las dos posibilidades esenciales para una mejor comprensión del fenómeno escénico: la del cronista y la del crítico.
Los sesenta textos reunidos en este volumen constatan el ideal enciclopédico de los literatos decimonónicos; el cuerpo crítico de cada uno de ellos recupera el contexto escénico que propició la colaboración periodística: ambos contribuyen a una cabal comprensión del panorama cultural y escénico de los años 1868-1869.