Todos los nombres cuentan reúne las propuestas literarias de diez nuevas voces de la narrativa que actualmente se escribe en Sinaloa, y ciertamente, cada una de ellas, en lo que a estilos narrativos y temáticas se refiere, es única y diferente, lo que resulta conveniente e interesante en un escenario en el que tiende a confundirse lo literario con otro tipo de discursos, lo que hace que con frecuencia se tome por literatura lo que enrealidad está muy lejos de llegar a serlo.
En este sentido, para quienes asumen o asumimos la escritura como un acto creativo en el que se ponen de manifiesto las emociones, las obsesiones y los sueños de quien escribe, resulta de lo más grato y hasta cierto punto estimulante transitar por las páginas de un libro en el que vamos a encontrar tramas de lo más diversas, que, en parte, derivan de la fatalidad, lo inverosímil, lo incierto, la soledad, el desencanto y sobre todo del deseo de sus personajes por trascender y subvertir una realidad que no los favorece.
En el presente libro, en donde cada uno de los diez autores que lo integran narra desde su propia individualidad, lo imprevisto sucede y lo controversial se vuelve un lugar común: una pareja de jóvenes tiene un encuentro en el que todo puede pasar; un niño despierta y al intentar levantarse se da cuenta de que una criatura extraña le ha cercenado la pierna izquierda; un individuo solitario recibe una invitación a la boda de un amigo al que no recuerda; un narco júnior adopta retrasados mentales como mascotas; alguien más decide convertirse en un escritor de moda. Y es así como en Todos los nombres cuentan las situaciones más inverosímiles tienen lugar.
Ernestina Yépiz
[Además incluye textos de Jorge Barajas, Jorge Iván Chavarín, René Alan Espinoza, Obed Noriega, Jonathan Osuna, Emilio Pérez, Allen Sánchez y Alma Delia Sapiens].