Desde el principio de los tiempos el hombre se ha cuestionado sobre el sentido último de su realidad. La cultura occidental ha desarrollado un pensamiento propio para entenderla; sin embargo, la cultura oriental, y en particular el budismo tibetano, ofrece otra alternativa, la cual aspira a la transformación de la mente. El budismo tibetano ha preferido expresarse a través de formas simbólicas para comunicar sus principios. Así, en esta obra la autora nos sumerge en este mundo repleto de códigos enigmáticos y nos revela sus significados. Bertha Aceves analiza, desde diferentes perspectivas, elementos imprescindibles para esta cultura: el vajra y el mandala. No sólo describe las relaciones que existe entre ambos, sino también las que guardan con la iconografía, la arquitectura, la psicología, la anatomía y la literatura, e incluso construye puentes entre estos símbolos budistas y otros de la tradición alquímica europea. Gracias a la exhaustiva investigación de la autora, cada uno de los estudios incluidos en este libro se entrelazan para conformar un sólo objetivo: conocer el pensamiento del budismo tibetano, además de descubrir algunos de los pilares que le han permitido mantener su fuerza entre millones de practicantes a lo largo de los siglos, a pesar de las adversidades que, como cual quiera de los otros grandes sistemas cognitivos, ha debido sortear a lo largo del tiempo.