A partir del encuentro de dos viejos amigos, un boxeador que lee libros interesantes y un mafioso apostador que arregla peleas, Búfalo herido hace una exploración sobre el mundo de la amistad, la traición y los ajustes de cuentas con la propia conciencia. Hablar, cuestionarse, enfrentarse al otro es herir, atacar, sacarle al bulto, arrinconarse contra las cuerdas, lanzar golpes desesperados, destruir y destruirse. Los personajes de Búfalo herido aparentemente no tienen nada que perder y parecen estar en un callejón sin salida, pero aún les queda por dar la pelea más dura, aquélla donde se enfrentan consigo mismos. Aunque a Búfalo le quedan muchos rounds por pelear, él encuentra la manera de librar una batalla consigo mismo, pero el mafioso apostador desconoce ese camino. Del encontronazo brota un crudo drama que tiene la textura de lo real.