La consideración de la obra de Juan Bustillo Oro nos obliga a reconocerlo como uno de los pioneros en dos géneros entonces inusuales y de escasos representantes de calidad en su momento: el fantástico y el policial; aunque de manera mínima, también se aproximó a géneros vecinos como la ciencia ficción o el gótico. Esto no sólo manifiesta su coherencia estética, sino también el hecho de que Bustillo Oro indudablemente forma parte del cimiento de una tradición cuentística que obtiene sus mayores logros a partir de la generación de medio siglo. En consecuencia, el conocimiento de su narrativa se hace necesario para tener una mejor comprensión de la literatura mexicana del siglo xx, por lo que darle un justo lugar en su historia será una verdadera deuda saldada. [Extracto del prólogo de Jael Tercero Andrade]