A César Garizurieta (1904-1961) suele recordársele como un buen narrador de temas populares: Singladura (1937), Resaca (1939), El apóstol del ocio (1940), El diablo, el cura y otros engaños (1947) y Juanita la Lloviznita (1955). Sin embargo, con ser divertidos sus cuentos, son superiores sus recuerdos de infancia en la costa veracruzana. De ellos, hizo una transfiguración poética en Un trompo baila en el cielo (1942), y una narración autobiográfica, en Recuerdos de un niño de pantalón largo (1952). Éste es uno de los mejores libros de memorias de esta época –que merece rescatarse– por su llaneza, su encanto y su despreocupada agudeza y simpatía. Entre tantas páginas memorables pueden señalarse sus imágenes del mundo infantil de Tuxpan, Veracruz, entre el río, el mar y la selva; sus recuerdos sin tragedia de la Revolución y de la invasión estadounidense a Veracruz en 1914; las primeras ocupaciones de César; las curiosas historias de muchachas suicidas; la vida en los campamentos petroleros; las historias de víboras; las descripciones del huapango huasteco y de los ataques de paludismo, y las primeras lecturas, incluido Vargas Vila.

Garizurieta escribió también ensayos sobre política y, con humor y chocarrería, sobre temas culturales: Catarsis del mexicano (1946), Nueva teoría de los colores (1947, con prólogo de Octavio G. Barreda) e Isagoge sobre lo mexicano (1952). 

Estudió Derecho en la Escuela Nacional de Jurisprudencia (hoy, Facultad de Derecho) de la Universidad Nacional de México (hoy, Universidad Nacional Autónoma de México unam). Fue magistrado del Tribunal Superior de Justicia de Veracruz, dos veces diputado al Congreso de la Unión, consejero de la Presidencia de la República y oficial mayor del Departamento Agrario. Entre 1956 y 1960 trabajó en el Servicio Exterior Mexicano como embajador en Haití durante tres años y en la República de Honduras. Colaboró en las revistas América y Letras de México, en los periódicos El Nacional y Excelsior, en los suplementos culturales “Revista Mexicana de Cultura” y “Diorama de la Cultura”, y en otras publicaciones del país y del extranjero.

César Garizurieta Ehrenzweig, abogado y diplomático, fue narrador y ensayista. Su obra se distingue por una constante preocupación por temas sociales y por un agudo espíritu humorístico. Fue conocido con el apodo de “El Tlacuache” y por haber acuñado la célebre frase: “Vivir fuera del presupuesto es vivir en el error”. Singladura, El apóstol del odio y Un trompo baila en el cielo son libros de cuentos de contenido social en que los habitantes de su tierra veracruzana actúan desenfadadamente y con gran sentido del humor. En su novela, ...Resaca, da cuenta del sufrimiento y asesinato de los campesinos al negarse a vender sus parcelas. Recuerdos de un niño de pantalón largo, además de evocar con ternura y amor a su padre, cuenta sus vivencias en torno al movimiento de 1910. En gran parte de sus ensayos explora el tema de la identidad mexicana, como es el caso de Catarsis del mexicano, en el que se aproxima al conocimiento del espíritu nacional desde lo cómico y lo grotesco. En Isagoge sobre lo mexicano aborda los aspectos culturales y psicosociales de la raíz íntima del mexicano, y escoge el “cantinflismo” para trazar un estereotipo del lenguaje opaco y ambiguo, código comunicativo de los mexicanos.