Un relojero de provincia descubre los engranes y mecanismos que mueven al universo. Así, a partir de ese cuento, se suceden más y más iluminaciones en torno a los placeres imaginarios, a las relaciones disímbolas, a la maldad en estado puro, al amor y al sexo y sus varias consecuencias, a la existencia como un viaje perpetuo para escapar de la miseria, temas en los que Severino Salazar invita -con mano diestra, magistral y llena de asombros- a conocer esos secretos que están a flor de piel en el México profundo.
De esta manera, Ficticia y Anís del Mono suman a su Biblioteca al autor contemporáneo que mejor retrata la psicología, costumbres, circunstancias y vida del campo mexicano, un escritor que desde la sencillez de su prosa, de las anécdotas que cuenta, abre la puerta de un mundo complejo en el que cada hombre y mujer que lo habitan están bajo sospecha.