De la narrativa de Luis Felipe Hernández, Edmée Pardo dice: "En estas brevísimas historias están implícitas acción, personajes, atmósfera y humor. Los lectores nos hacemos cómplices del autor para que con su propia luz ilumine el acto y aparezca por completo la función"; Mónica Lavín señala: "Cápsulas lúdicas revelan esa cualidad que pocos poseen para plasmar -en unas cuantas palabras- una visión mordaz de las conductas y definiciones. Porque la mayoría de estos cuentos cortos no tienen más que una oración, en donde el título se añade a la vuelta de tuerca. Filigrana fina del oficio escritural"; Guillermo Samperio apunta: "El escritor debe esforzarse por pensar y escribir con precisión. Luis Felipe Hernández conoce de estos menesteres y se revela como un pulcro orfebre de la miniatura literaria".
Circo de tres pistas y otros mundos mínimos, quinto título de Ficticia y Biblioteca de Cuento "Anís del Mono", habla en pocas líneas de cuatro universos: el de las hadas, el futbolístico, el fotográfico y, por supuesto, el circense, en una apuesta clara que afirma a la minificción como un género mayor.