En el México de la década de 1920 abundan las innovaciones radicales y la presencia de una nueva conciencia crítica de la modernidad entre escritores y artistas. Hay una proliferación de tendencias plurales que no permiten hablar de una cultura monolítica de un solo signo. La Escuela Mexicana de Pintura coexiste con los pintores disidentes, así como los estridentistas coexisten con los Contemporáneos. Durante demasiado tiempo se ha establecido una oposición tajante entre estos dos grupos (Contemporáneos artepuristas y estridentistas comprometidos). Este libro cuestiona esa visión hegemónica de la cultura posrevolucionaria y subraya la pluralidad de tendencias que interactúan. En México las dos alas de la modernidad poética son vanguardistas y revolucionarias (en lo estético y en lo político). Una característica notable de la época es la estrecha interrelación de la poesía y las artes plásticas. Los pintores ilustran libros y revistas; los poetas escriben sobre los pintores. Abundan las colaboraciones y hay intercambio de técnicas y procedimientos. Otro de los objetivos de este volumen es el de explorar las relaciones que existen entre poesía y pintura. Las múltiples aportaciones de este libro ofrecen perspectivas novedosas y originales que permiten un replanteamiento crítico de varias cuestiones esenciales de la historia literaria y cultural de México durante aquella década fundacional.
Pellicer, Carlos Villaurrutia, Xavier List Arzubide, Germán Tablada, José Juan López Velarde, Ramón Maples Arce, Manuel Agorismo Contemporáneos Estridentismo