08 jun 1993 / 17 sep 2018 14:59
Cursó el bachillerato en Madrid y la carrera de maestro en la Escuela Normal de Toledo; estudió Letras en la Universidad de Madrid. Publicó su primer libro de poesía –El poema eterno– a los diecinueve años. Perteneció a la Generación del 27. En la capital española colaboró como crítico literario en diversos diarios y revistas, tales como El Sol, en el que popularizó el pseudónimo de “Gerardo Rivera”, El Imparcial, La Esfera, Nuevo Mundo, Revista de Occidente, España y La Pluma. Durante la Guerra Civil fue secretario particular del entonces presidente del Consejo de Ministros, Manuel Azaña, y director del Servicio de Propaganda en Valencia, que publicaba un boletín en seis idiomas. En 1936 contrajo matrimonio con la también escritora Ernestina de Champourcín. En 1938 ocupó el cargo de secretario del Gabinete Diplomático del presidente Manuel Azaña hasta su dimisión. Al final de la Guerra Civil estuvo en Valencia con el gobierno republicano y fue miembro del Consejo de Colaboración de la revista Hora de España. En Barcelona colaboró en las páginas de La Vanguardia. En 1939 Domenchina y su mujer establecieron su residencia definitiva en México, donde realizó labores editoriales, como las traducciones para el Fondo de Cultura Económica. Formó parte de La Casa de España en México (actual Colegio de México, colmex), y colaboró como crítico literario en varias revistas, entre ellas Tiempo, Las Españas, Letras de México, Romance, Hoy y Mañana. En 1955 hizo un intento por volver a España, pero el gobierno franquista le negó la entrada.
A Juan José Domenchina Moreu ("Gerardo Rivera"), novelista y ensayista, crítico literario poeta. La época y el ambiente que le tocaron vivir lo obligaron a dividir a su obra poética en dos etapas: la poesía de juventud y la poesía del destierro. En la primera, se distinguió como creador de una poesía fría, barroca, culterana, en donde el pensamiento predominaba sobre la emoción; la segunda está impregnada por el dolor de la derrota, el destierro y la nostalgia de la patria perdida. De la primera etapa destaca su poemario La corporeidad de lo abstracto, en el que muestra su preocupación por atraer al mundo material los entes que dominan el espíritu humano y, a través de treinta y dos estampas, expone las virtudes y vicios que más tarde expresarían en la vigilia surrealista. También corresponde a esta etapa de experimentación vanguardista, un extenso poema escrito en versículos: Dédalo, en el que aborda, en un estilo barroco y complejo, las pasiones representadas por los siete pecados capitales. Ya en el exilio, su poesía cambia formalmente al retomar el estrofismo clásico, y en el contenido, que expresa una temática más intimista, existencial y doliente. Destierro, Pasión de sombra, La sombra desterrada y El extrañado son poemarios en los que expresa la añoranza por la patria perdida, la angustia por la fugacidad de la vida y la inevitable espera ante la embestida de la muerte. En los cánticos de Tres elegías jubilares prevalece un sentimiento de orfandad, de dolor y amargura ante la pérdida de su mundo anterior a la guerra. Sus novelas son originales en estilo y técnica: La túnica de Neso es vanguardista y humorística dentro de la estética del surrealismo. Sus artículos de crítica publicados en revistas y periódicos de Madrid bajo el pseudónimo de “Gerardo Rivera” fueron reunidos en dos volúmenes de prosa, alguna de tono agrio y violento, pero también de un profundo conocimiento de la literatura de su tiempo. Escribió sobre la joven poesía de entonces en las revistas, Hoy y Mañana.
- Gerardo Rivera
Instituciones, distinciones o publicaciones
Fondo de Cultura Económica FCE
Las Españas
Letras de México. Gaceta literaria y artística
Casa de España en México
Romance. Revista popular hispanoamericana