Leer el infinito es pregunta que se arrastra por la cadena de los desiertos donde los siglos envuelven la verdad de la palabra divina. Es plegaria que no sucumbe, porque aspira al bien eterno, y reconoce que la labor del hombre en este mundo está entrelazada con el deseo de un Dios Misericordioso cuyo deseo es elevar la Creación a su estado perfecto.
Es luz que al recorrer la palabra transita la herida de los pueblos, y quiere sanarla con el diálogo entre la mujer que busca y la Voz que responde de manera inusitada, como en una espiral que intenta unir el rostro humano con el Rostro divino, para encontrar todas las respuestas.
Leer el infinito es pueblo que responde desde el Libro de libros cuando la escriba ahonda la insobornable eternidad, para encontrar el guiño del Ojo de la salvación que deviene Nombre Innombrable. Sacralidad de lo ilegible e impronunciable. Luz que se oculta y se revela en todas las cosas y promete al hombre la paz ansiada.
Leer el infinito busca la palabra pura, la que llega de esa otra dimensión donde sólo existe el Vocablo en su estado edénico.