Paraíso difícil de roer narra varias historias que divergen y se cruzan a lo largo de la trama, principalmente la de Mariana, una jovencita forzada a casarse con un cliente de su padre: el Contador, cuyo poder radica en lavar dinero para el cártel de Ciudad Juárez. Así, Mariana ocupa el vacío que dejó su hermana mayor, Ana María, quien corrió con la misma suerte antes de aparecer asesinada en un caso que, sin embargo, se cerró de inmediato con un carpetazo.
Ganadora del Premio Chihuahua en literatura, esta novela cuenta de manera polifónica y con variados recursos narrativos que incluyen el humor negro, los juegos verbales y la sátira de largo aliento, los esfuerzos de un grupo de personas comunes por escapar de una vida secuestrada por el crimen organizado, o por adaptarse a ella. Una sociedad asfixiada por el autoritarismo y sus secuelas: el machismo, el fanatismo religioso, el infantilismo, que no sólo la muestran poco preparada para repeler el dominio del crimen, sino como un caldo de cultivo propicio para que crezca.
Paraíso difícil de roer se esfuerza por que Ana María, la hermana mayor de Mariana, no sea sólo una víctima nueva de la guerra contra el narco, “una cifra, un conteo, una rayita más a los muertos y a las muertas, una línea cincelada con navaja en una pared que sangra”.