Existe un lugar en Chiapas llamado Laja Tendida; pertenece al municipio de Venustiano Carranza, antiguamente denominado San Bartolomé de los Llanos. Ahí radica Uberto Santos, poeta entregado al canto celebratorio de la naturaleza y su exuberancia de ríos, selvas, ejemplares únicos de animales y plantas, entre otros elementos que el cantor nombra y renombra, emulando así el acto germinatorio. Es consciente también Uberto Santos de la devastación en que se ocupan los afanes civilizatorios del hombre moderno, en tránsito hacia los espejismos del progreso material. Es un poeta que desde sus primeras palabras escritas marcó su territorio lírico, acusó recibo de la tradición literaria chiapaneca y ejecutó en las cuerdas vigorosas del arpa poética el sosiego intemporal, la lenta maduración de la palabra.