Los seres humanos no somos perfectos, tampoco los padres. En esta historia, seis niños descubren el lado oscuro de sus papás y mamás, e incluso el propio. Esa faceta poco agradable, que nos gusta ocultar a la sociedad, de pronto puede tener las mismas características que poseen los monstruos clásicos: la Llorona, el Hombre lobo, la Bruja, el Hombre invisible, y también la Guerra, porque este fenómeno social resulta monstruoso.
Los seis niños de esta historia describen los monstruos con quienes conviven a diario, monstruos que dejan de estar en la fantasía porque ellos los enfrentan en el plano real. Sin embargo, al ser reales, no son sólo seres “con defectos” sino también con cualidades, y los niños aprenden a verlas.
Entre monstruos es un cuento que pretende eliminar los prejuicios, no sólo porque descubre que detrás de una apariencia física se pueden ocultar muchas situaciones de vida que no son aparentes, sino también porque es necesario aceptar que las personas tenemos dentro de nosotros tanto un lado oscuro como uno luminoso.