Este libro es una singular antología íntima donde la mujer, a veces invisible o secreta, a veces en primer plano, sin ser el centro de la narración o siendo el motivo decisivo en el conflicto, es la ineludible presencia, la palanca que desestabiliza, es la dueña absoluta de sus decisiones, su privacidad, sus ternuras y sus delirios, los exilios interiores que dan sentido a su vida y a sus amores, a sus sueños y a las pasiones que la habitan. Junto a ella (pendientes de su fuerza, sus atenciones, su cariño o su rechazo) se hallan los niños y adolescentes, pequeños fantasmas que buscan ansiosamente su lugar de pertenencia por medio de la integración definitiva o del rompimiento de lazos con una realidad que trata de sojuzgarlos o adocenarlos, cerrando las puertas a su natural rebeldía, a su inconfomidad incipiente. En estos cuentos penetrantes, perturbadores, agudos, la condición humana se ve expresada sin concesiones mediante resonancias que nos resultan comunes y conocidas por todos: la culpa, la vergüenza, el miedo y el poder, ecos que se entrelazan y adquieren predominancia ora uno, ora otro ,con diferente intensidad pero ocupando siempre un papel protagónico en el fluir de estas historias, quizá de la historia de la humanidad.