Este es el último libro escrito por Juan José Arreola. Fue realizado por encargo para la celebración del centenario del natalicio de Ramón López Velarde (1988). Manos amigas rescataron los originales para la publicación de entonces y de ahora.
El libro tiene la estructura de una sonata. En la primera parte Arreola introduce al lector en la obra a partir de un adagio con poemas y cartas de López Velarde y remembranzas personales. Pasa luego a un andantino donde cita su primera prosa política "Madero" del 14 de octubre de 1909 y las colaboraciones del zacatecano en diferentes periódicos del centro y occidente del país. El allegro vivace es el de López Velarde verdaderamente desabrochado: ocurre cuando comienza a colaborar en La Nación en el año de 1912.
Con la interpretación y comentarios de Arreola a "La Suave Patria" —la interpretación más formal, amorosa, erótica y ligeramente orgiástica que nos ha sido concedido leer—, termina este libro donde en muchos de los versos del poema se refleja la influencia del latín al lograr López Velarde un notable acercamiento al hexámetro latino.
Los temas contenidos y desarrollados en este libro son el producto de la combustión de dos almas gemelas: la de López Velarde y la de Arreola. La primera se consumió en la fulgurante realización de su propia obra. La segunda, consumó su escritura admirando esa obra con devoción fraterna.
Vicente Preciado Zacarías