Ésta es la versión novohispana de Boileau, poco conocida a causa de que permaneció inédita durante más de una centuria, aunque había sido anterior en más de una década a la primera que se publicó en España. Escrita en pleno siglo ilustrado (hacia 1773), y siendo obra de un jesuita expulso tan clasicista como el que más, éste subvierte el texto de Boileau siempre que lo considera necesario, y añade un extenso cuerpo de notas al final de cada Canto. Su propósito: legitimar la tradición de la literatura española a la luz de los principios neoclásicos, aunque con frecuencia tenga que romper lanzas contra ellos, como es el caso del teatro áureo, tan injustificable según los neoaristotélicos, y tan comprensible en sus convenciones con una pequeña ayuda de Voltaire. La edición pareada del texto francés original y su adaptación al español permite apreciar con toda objetividad los movimientos textuales realizados por el “traductor”.
En 1767, con la expulsión de los jesuitas, Francisco Javier Alegre (1729-1788) partió a Italia; había comenzado a traducir el Art poétique de Nicolas Boileau (1674), labor que debió de haber concluido en el exilio hacia 1776. Su traducción no se publicó sino hasta más de un siglo después, pero fue la primera traslación al español de la obra de Boileau: las de Juan Bautista Madramany y Carbonell, Juan Bautista de Arriaza, Pedro Bazán de Mendoza y José María Salazar se publicaron, respectivamente, en 1787, 1807, 1817 y 1828. La versión de Alegre es originalísima: sumamente libre, ocupa sólo una tercera parte del trabajo; el resto son las notas del jesuita en las que vierte sus propias reflexiones. Más que traducir, Alegre adapta a la historia literaria hispánica la Poética de Boileau; sustituye los ejemplos franceses por hispánicos y los complementa con ilustraciones de otras literaturas. De esta manera compone un tratado de literatura comparada que es propuesto como la poética del Neoclasicismo hispánico, pues supera (a juicio de Alegre) a la Poética de Luzán. Esta versión permaneció inédita hasta 1889, cuando la publicó Joaquín García Icazbalceta en una edición de apenas 150 ejemplares. La nueva publicación que emprende ahora El Colegio de México se propone completar la tarea de Icazbalceta al presentar la Poética con un estudio preliminar que la contextualiza y analiza, y con varios comentarios que aclaran pasajes e informan sobre las varias noticias que Alegre incluye en sus notas.