Desde su aparición en 1947, Al filo del agua de Agustín Yáñez fue una novela decisiva para la Literatura Mexicana Contemporánea. La óptica escogida se concentra en un espacio acotado de provincia, que pareciera un tanto al margen de la historia. El punto de vista deviene intensivo, y revela las contradicciones en el interior de los personajes y sus sistemas de relaciones. Logra así, Yáñez, convocar en el breve espacio el mundo inmediato y la incidencia en éste del contexto sociohistórico amplio, a nivel nacional. La tensión creciente, característica del periodo revolucionario, corresponde a la tensión creciente en la vida de los personajes. La escritura guarda una correspondencia precisa con su objetivo, y va modelando la atmósfera sin desbordar los límites de la propia óptica.
Cincuenta año después, la novela legitima su importancia para el lector actual. Las diversas lecturas críticas de este libro aportan nuevos acercamientos y perspectivas inéditas de lectura. Se confirma enriquecidamente el valor literario de Al filo del agua que, sin duda, podemos considerar un clásico de las Letras Mexicanas, con amplia repercusión en la Literatura Hispanoamericana (YJB)