En 1874 tuvo lugar la instalación de una asociación literaria singular llamada El Ramillete de Flores. Estuvo integrada exclusivamente por señoritas que gustaban de la poesía. Entre las actividades que realizaron se cuenta la organización de una velada literaria en memoria del poeta coahuilense Manuel Acuña. A ella contribuyeron la mayor parte de las socias con sus propias composiciones.^[1]

No se tiene noticia de los nombres de las poetisas que constituyeron este grupo ni de las actividades que realizaron. Posiblemente esto se deba a las costumbres propias de la época que fomentaban el recato y desechaban la publicidad.

No se vuelve a tener conocimiento de otra agrupación de este tipo, en el transcurso del siglo, en la Ciudad de México.