1995 / 08 sep 2018 10:43
Manuel Gamio es uno de nuestros pensadores más lúcidos y un precursor intelectual. Inició en México sus estudios de arqueología, etnología y antropología y, gracias a una beca, de 1909 a 1911 fue a la Universidad de Columbia, en Nueva York, donde estudió antropología con Franz Boas. En 1917 organizó la Dirección de Antropología y en 1942 creó el Instituto Indigenista Interamericano. De 1917 a 1922 dirigió la publicación de una obra monumental, La población del valle de Teotihuacán (1922; ed. facsimilar del Instituto Nacional Indigenista, 1979, 5 vols.), que estudia integralmente esa zona en el pasado indígena y colonial y en el periodo moderno. Don Manuel escribió la introducción general, la síntesis y las conclusiones. Y las monografías y los aspectos gráficos fueron realizados por más de treinta especialistas, entre ellos Ezequiel Ordóñez, Alba Herrera y Ogazón, José Córdoba, José Joaquín Izquierdo, Hermann Beyer, José María Arreola, Ignacio Marquina, Lucio Mendieta y Núñez, Ramón Mena, Roque J. Ceballos Novelo y Carlos Noriega Hope. La corrección de estilo y la unificación de los textos estuvo a cargo de Ignacio B. del Castillo, con la colaboración de Francisco Monterde. Entre los dibujantes se contaron Carlos González, Mateo A. Saldaña y Valerio Prieto. Era la primera investigación interdisciplinaria con esta amplitud de objetivos y realizada por un equipo de especialistas. Durante estos años de trabajo en Teotihuacán se descubrió el Templo de Quetzalcóatl, o Ciudadela.
La otra obra memorable de Manuel Gamio fue Forjando patria (1916; 1960, con prólogo de Justino Fernández). Cuando aún se combatía en la Revolución, y antes de que cristalizaran sus objetivos en la Constitución de 1917, el visionario don Manuel propone un amplio programa de reconstrucción: el estudio y valoración de la cultura indígena, el respeto al indio y la creación de una vigorosa cultura nacional. Precursora fue también El inmigrante mexicano. La historia de su vida (1969, con extenso prólogo de Gilberto Loyo e introducción de Robert Redfield), que recoge y comenta 61 biografías en una investigación realizada en 1926-1927. Gamio escribió, además, un puñado de relatos (Vidas dolientes, 1937, con prólogo de Francisco Castillo Nájera).
Realizó los estudios elementales en los colegios Fournier y Colón y el bachillerato en la Escuela Nacional Preparatoria (enp). En 1903 ingresó en la Escuela de Minería para estudiar la carrera de ingeniero; cursó la maestría en Artes en la Columbia University, de Nueva York (1911). En la finca familiar, ubicada entre los estados de Veracruz, Puebla y Oaxaca, conoció la problemática indígena, por lo que intentó un proyecto agrícola para el mejoramiento de la población. Enfermó de paludismo, regresó a la capital y tomó cursos de Arqueología, Etnología y Antropología en el Museo Nacional (1906–1908), donde trabajó como profesor de Arqueología. De 1911 a 1925 realizó las exploraciones y descubrimientos de Chalchihuites, Zacatecas, y de Azcapotzalco; los del Templo Mayor, en la calle de Santa Teresa (hoy Guatemala); los de Copilco, los del Pedregal de San Ángel y los de Teotihuacan. Debido a una idea suya, se creó en 1917 la Dirección de Antropología, institución que dirigió hasta que fue nombrado subsecretario de Educación Pública (1924). Por dificultades con el secretario de Educación y con el presidente Calles, fue destituido en 1925 de su cargo, por lo que emigró a los Estados Unidos. En 1942 fue designado director del Instituto Indigenista Interamericano, con sede en México, puesto que conservó hasta el día de su muerte. Desempeñó importantes comisiones y participó en congresos nacionales e internacionales de Antropología, Arqueología y Sociología. Fue miembro de más de treinta y cuatro asociaciones científicas, tanto de México como del extranjero. Publicó artículos y editoriales en revistas especializadas, como Modern Mexico, de Nueva York (1907), de la que fue secretario de redacción de la sección en español; fundó y dirigió Ethnos (1920–1925); participó en América Indígena (1941–1960) y en el Boletín Indigenista, publicaciones del Instituto Indigenista Interamericano, y en American Anthropologist, órgano de la American Anthropological Association.
Manuel Gamio Martínez es uno de los más reconocidos antropólogos mexicanos. Utilizó la estratigrafía para el conocimiento de las civilizaciones prehispánicas y la investigación antropológica integral, como lo demuestra la monumental La población del valle de Teotihuacan. Su breve obra narrativa, reunida en De vidas dolientes, refleja las mismas preocupaciones de sus ensayos: el enfrentamiento del indígena con la civilización europea, la migración a los Estados Unidos o el control de la natalidad. Sus personajes, de gran riqueza sociológica, son descritos minuciosamente; el drama que significa vivir en un mundo opresor los convierte en héroes silenciosos y anónimos.
Instituciones, distinciones o publicaciones
Universidad Nacional Autónoma de México UNAM