Pedro Garfias es un poeta de Osuna, con nacimiento accidental en Salamanca. Padeció una mala estructura social española, peleó una cierta revolución poética española y perdió una triste guerra civil española. Se fue al exilio y fue olvidado.
Volvieron con la democracia al país los escritores, los poetas, los políticos y alguna buena gente. Todos los que echaron volvieron con una cierta trompetería para lucimiento y estreno del nuevo sistema, pero nadie se trajo a Garfias, ni a su recuerdo, ni a su obra.
Fue muy bonito encontrarnos con todo lo que habíamos perdido: hombres, ideas, libertad y derecho de dignidad para resolver nuestros problemas. Lo celebramos entonces de la mejor manera, pero la ceremonia fue sin Garfias; y el caso es que él tenía hablado, sabido y escrito más que suficiente para que alguien lo hubiera traído a casa, aunque hiciera ya mucho tiempo que estaba muerto, claro; pero eso no era cosa importante.
Hoy nosotros lo hemos sacado a pasear. Que sea en justicia buena.