El libro que el lector tiene en sus manos no es una autobiografía que Sabines hubiera redactado de manera directa sobre la página en blanco; tampoco es una biografía que Pilar Jiménez Trejo hubiera emprendido en tercera persona a partir de una investigación exhaustiva; y sin embargo, es ambas cosas de un modo excepcional: se trata de páginas redactadas a mitad de camino entre el poeta y su lectora, entre el retratado y la retratista. En este caso Boswell ha omitido sus preguntas y comentarios: se ha retirado humildemente hasta dejar huellas de su presencia únicamente en los encabezados de los capítulos –y sobre todo en la palabra “Apuntes” en el título–, dejando que Johnson hable directamente al lector. El resultado es tan entrañable como la propia poesía del retratado: la voz de Sabines se escucha en cada página, en cada párrafo, en cada apunte, del mismo modoen que se escucha en aquel legendario disco de Voz Viva de México en que el poeta dice, entre otros de sus textos imborrables, "Los amorosos".
Prólogo de Daniel Gonzalez Dueñas (fragmento)
Este libro se construye de instantes, fragmentos y memoria, de la voz interna del poeta conversando consigo mismo sobre la soledad, el tiempo, el amor, el erotismo, la condición y verdad humanas, la espiritualidad, la mujer y la vida. Así, nos convertimos en testigos de sus inicios como poeta, desde su fascinación temprana por las palabras en las narraciones que su padre hacía de Las mil y una noches, hasta el encuentro con una voz propia y un ritmo interior, el de su corazón y su sangre. También lo acompañamos durante sus años de reconocimiento, así como en su vida entre el viento, la lluvia, y la reconciliación con su idea de Dios. Con base en los diez años de entrevistas que Pilar Jiménez le hizo al poeta, es posible construir una poética de Sabines, en que la poesía es tan amplia como la vida: es sencillez, claridad, la revelación de las cosas, la comunicación de la emoción humana, la verdad del mundo, el temblor del ser humano y el deseo de la comunión con las cosas. La poesía por siempre oscila entre el misticismo y el pensamiento racional; la intuición es el medio para llegar a la verdad y el poeta es quien la revela; la escritura es un receso para que la vida no se desvanezca, es un puente entre soledades. Sabines afirma que en la vida uno llega a amar a aquellos con quienes nos identificamos, es por ello que Sabines es el poeta de todos, y el homenaje más importante que podemos hacerle es leerlo y concederle así la permanencia.