Todo comienza la mañana en que Casasola, periodista de nota roja, encuentra el cadáver de un hombre degollado por una prostituta, amarrado a la cama de un motel. El reporte se ve involucrado en el misterioso caso de una asesina, que mata a sus clientes durante el acto sexual, y es capaz de imitar las voces que están dentro de la cabeza de sus víctimas. Siguiendo la pista de la “asesina de los moteles” Casasola y el Griego, un veterano fotógrafo, descubrirán, con asombro, que no es un simple caso para la prensa amarillista. Están ante algo mucho más complejo: las personas actúan de manera extraña, como es el caso de Olga, la ex mujer de Casasola, que no de buscar la luz de las bombillas, o de Taboada, un científico recluido en un hospital psiquiátrico, al que le gusta comer libros viejos. ¿Será que los seres humanos se están empezando a comportar como insectos?
BERNARDO ESQUINCA nació en Guadalajara en 1972. Es autor de las novelas Belleza roja y Los escritores invisibles, y del volumen de cuentos Los niños de paja. Vive en el mejor lugar posible para un escritor: el centro de la ciudad de México.
«La serie Casasola de Bernardo Esquinca es la combinación perfecta entre Luis Spota y John Connolly; extravagante y sobrecogedora. Nadie ha escrito sobre la Ciudad de México con una visipon insólita.»
Bernardo Fernández, bef
El Semanario Sensacional reporta casos de personas con compartamientos insólitos: un anciano que camina sobre el agua, un hombre que resucita en pleno velorio, mujeres y niños cuya alimentación vira hacia lo escatológico. Por otro lado, el entomológo Esteban Taobada ha descubierto una nueva especie de insecto: un escarabajo que emite luz propia; pero lo que esperaba que le deparara fama y fortuna pronto se revela como el anuncio de una catástrofe.
La primera novela de la saga Casasola narra el nacimiento de este reportero de lo oculto y lo macabro. En ella, el personaje atraviesa dos pérdidas. Fue removido de la sección cultural a la policiaca, lo que significa retroceder en la escala evolutiva. Además, sigue enamorado de su exesposa, Olga, quien también trabaja en la redacción. Para sobrevivir en su nueva profesión, Casasola entabla amistad con Verduzco, veterano de la nota roja, y con el Griego, fotógrafo retirado, conocedor de los intríngulis de cualquier investigación.
La aparición de una serie de cadáveres en moteles de la ciudad parece la ocasión perfecta para el bautismo de fuego del protagonista. Pero, a medida que los crímenes se multiplican, una sospecha se fortalece: puede ser que el fin de la humanidad esté más cerca de lo que nos atrevemos a imaginar.