¿Cómo sería México sí Victoriano Huerta hubiera fracasado en el golpe de Estado que comenzó el 9 de febrero de 1913? La Historia nos habría ahorrado, cuando menos, el horror del millón de muertos de la Revolución mexicana. Escrita por Francisco L. Urquizo (1891-1969) a los 74 años, La Ciudadela quedó atrás rescata con inusual lucidez, neutralidad y rigor, los hechos de la Decena Trágica, observados de primerísima mano por el autor en su juventud. Clásico del tono menor, memoriosa epopeya íntima de unos días que habría sido mejor que no hubieran pasado, La Ciudadela quedó atrás es el nervioso testimonio de un joven soldado que medio siglo después del asesinato del presidente Madero sigue sin poder creer lo que vio y escuchó. La hora más trágica de un país es también, en muchas ocasiones, la que produce su mejor literatura.