Desde el umbral de su historia, la misteriosa cualidad de los sueños ha preocupado al hombre. Bertrand Russell retoma esta inquietud al escribir que "No creo que en este momento esté durmiendo, pero no puedo probar lo contrario" y Pedro Miret muestra dicho enfoque en esta novela ambientada en el legendario Tahití.
“No vine a Tahití a dormir”, dice el personaje de esta novela que es una larga procesión de sucesos que sólo pueden existir en el insomnio, desde el insomnio. Conversaciones, encuentros, diálogos sobre el arte en un mundo marcado por la luz de quien no duerme y ve con esos ojos lo que le rodea. Miret se arma de un peculiar sentido narrativo para llevarnos por la vigilia. Porque lo leído no es sueño, es una realidad paralela, la realidad del insomne.
¿Quién es Pedro F. Miret? Nadie, un misterio, acaso un fantasma como sugiere José de la Colina. Raro entre los raros, Miret sencillamente es él mismo.
Autor elusivo e inclasificable, personaje extravagante que se desliza por los márgenes con la gracia del que no tiene ataduras.
¿De dónde salió? ¿Quién o qué pudo engendrar tan peculiar personaje?, porque el mito miretiano lo ha convertido en alguien más grande que la propia vida, larger than life, como se suele decir en inglés.
Una leyenda que crece.
