Fuga mexicana es un libro doble: una crónica ilustrada y una ilustración narrada. La lúcida retrospección ensayística de Olivier Debroise se ilumina con una muestra fotográfica que por diversa es fundamental. Es ésta una crónica de la fotografía mexicana donde se hace crítica de los episodios de una épica visual; del uso de las imágenes como mero registro de su emancipación estética: el surgimiento del archivo Casasola, Charles B. White, Manuel y Lola Álvarez Bravo o Mariana Yampolski.
A esta crónica la distingue ese rasgo doble: no sólo es el recuento de una historia, sino también, y quizá aún más, la recolección de sus instantes. Acaso este libro sea otra forma de cumplir aquello que propuso alguna vez Quevedo para toda historia: "huyó lo que era firme y sólo lo fugitivo permanece y dura".