Demasiado amor alterna dos viajes que bien podrían ser uno solo. En el primero la protagonista descubre un número pasmante de imágenes mexicanas que estamos hechos a ver sin mirar. Su segundo viaje es hacia las nuevas fronteras de la sexualidad. El resultado es una novela que a la vez puede ser cachonda y romántica, violenta y estática, macro y microcósmica. Ambas secciones —el matiz y el colorido de lo exterior y la profundidad sensual del interior— dependen de la otra parte para abarcar la totalidad de los sentidos. Desde su título, esta novela nos invita a extralimitarlos hasta reventar. Demasiado amor es el estímulo total, puro, completo, en el cual se unen los humores de la sábana húmeda y de la tierra que se va pisando. Se deja leer como un grato suplicio que toleraremos hasta el final.
Demasiado amor es una intensa novela de amor contada a través de las vivencias de Beatriz. Es también, la historia de dos hermanas que deciden comprar una casa en un pueblito de Italia. Para lograr ese sueño, una de las dos deberá viajar de avanzada y la otra deberá quedarse en México para trabajar y mantener a ambas. Beatriz se queda porque el destino hará que se cruce con un hombre misterioso que la llevará por todos los caminos de México y la hará vivir el amor con una intensidad que nunca había imaginado.