Con Por mi madre, bohemios I da comienzo la recopilación, por desdicha siempre fragmentaria, de una titánica obra de generaciones, el florilegio del pensamiento y el sentimiento de seres muy destacados de la vida nacional, próceres del gobierno, la política (multipartidista), el empresariado, el mundo eclesiástico, la publicidad... en suma, el coctel de bienvenida al Primer Mundo, y en lo alto de la pirámide. Ilustrada profusamente por Rafael Barajas El Fisgón, seleccionada por Alejandro Britto, y comentada respetuosa y elogiosamente por Carlos Monsiváis, esta primera antología del saber, el querer y el poder en la cúpula, nos trae a la memoria, como ráfaga de homenajes, la frase de cualquiera de los incontables Varones de Cuatro Ciénegas: "La vida es muy breve como para que quepan todas las admiraciones intantáneas".
Lector: queda usted invitado a compartir con nosotros el placer por las frases perdurables.