Un relato –dice la autora siguiendo a Ricoeur- es una “una construcción progresiva, por mediación de un narrador, de un mundo de acción e interacción humanas, cuyo referente puede ser real o ficcional”. Esta construcción es, además, desde la perspectiva estructuralista que da nacimiento a la narratología, una unidad de partes que se relacionan entre sí siguiendo ciertas leyes lógicas. Es obvio, pues, que el estudio del relato (novela, cuenta, biografía, autobiografía, historia, etc.) será el de esas partes que lo constituyen y el de las leyes que rigen sus relaciones. A partir de la definición misma de relato, esas parte son “el referente”, el “mundo de la acción” (los hechos narrados, los acontecimientos, la fábula, la trama y el tiempo y el espacio en que se producen), las “interacciones humanas” (los personajes, sus roles, su psicología, su caracterización), la “mediación del narrador” (la voz que narra, el punto de vista, la posibilidad de las digresiones). Tales son los capítulos de este libro metódico y riguroso que va desgranando toda una teoría de la narración.
El libro está dividido en dos grandes secciones: mundo narrado y narrador. El primero de ellos, el mundo narrado, abarca las dimensiones espacial y temporal del relato (dónde y cuándo sucede la acción), la dimensión actorial (ser y hacer de los personajes) y punto de vista (perspectiva del narrador, de los personajes, de la trama y del lector). La segunda sección, la correspondiente al narrador, abarca su identidad, los niveles enunciativos y temporales del acto de narrar, y las relaciones que la lectura del texto produce entre el narrador y el narratario.
Es obligado subrayar la claridad, solidez y profundidad con que la doctora Luz Aurora Pimentel estudia todos estos aspectos de la narratología. Este libro es un documento imprescindible para investigadores, profesores y estudiantes de literatura, y para todo lector inteligente que desee descubrir el porqué y el cómo de los valores literarios.