Como reflejo de universos paralelos, como testigos del amor y del abandono, como sinónimos de miradas cristalinas, como destellos de la memoria, estos poemas, que Salvador Elizondo escribiera entre 1960 y 1964, inéditos hasta hoy, invitan a a la contemplación con palabras que son matices luminosos: fulgores de la juventud, de la naturaleza, del recuerdo.
* Esta contraportada corresponde a la edición de 2012. La Enciclopedia de la literatura en México no se hace responsable de los contenidos y puntos de vista vertidos en ella.