Este volumen ofrece un conjunto de cuentos de catorce narradores mexicanos contemporáneos seleccionados por el crítico literario Julio Ortega. El libro nace de una hipótesis cuya formulación es una apuesta: «La última e incluso, próxima narrativa breve mexicana —señala Ortega— debe constituir el nuevo paisaje de la gran tradición del relato, que en México es, en verdad, la plaza pública de una ciudad hiperletrada».
¿Qué es lo que define el impulso renovador, el afán de darle una vuelta de tuerca a la historia, que distingue a estos nuevos narradores? La constatación que hace Ortega es que estos cuentos refulgen gracias a que sus autores cultivan la ironía: «La ironía es, en primer lugar, una distancia crítica que, sin juicio ni condena, en pocas páginas, y sin tener que ser explícita, da cuenta del paisaje social y humano como un espectáculo levemente melodramático, involuntariamente cómico, que las miradas más libres de los artistas jóvenes pueden ver mejor como comedia masoquista y porfiada. Pero la ironía no es sólo desapego y cura en salud, sino, esencialmente, la distancia requerida para representar mejor los bordes del abismo».