Estas Tres comedias son una muestra del ingenio inventivo de nuestro autor, quien ahora explora en el dibujo de personajes ubicados en situaciones reconocibles, mediante una alquimia que se produce entre el humor sutil o el desparpajo. En la comedia está quizá el mejor reflejo de la complejidad humana. Espejo de conductas necias o de circunstancias crueles que —como recios latidos— muestran, sin embargo, la vitalidad más elocuente. El estilo realista propio de este género instala a lectores y espectadores en la arena de los vicios descubiertos, la moral desfasada y la costumbre.
“Sinfonía en una botella” presenta el caos del acontecer fronterizo mediante una algarabía muy ocurrente, contraponiéndose a los tintes fantásticos y entrecruzamientos temporales de “Agua caliente”. Por su parte, “Confesiones de una telefonista erótica” alude a la educación formal y la necesidad de encontrar asidero en el campo del trabajo. Tres miradas engarzadas en la cualidad natural de la condición humana.