Hay que educar al ojo, pues en general las personas ven pero no miran, dijo Tamayo alguna vez. Así, la finalidad del presente libro es enseñar a los niños a "mirar" la pintura de este gran artista mexicano del siglo veinte. A mirar sus colores y sus formas y a componer y descomponer sus elementos.
En efecto, el juego es el siguiente: el niño reintegrará los elementos que se han tomado de los diferentes cuadros de Tamayo y de esta manera dialogará creativamente con las pinturas, captando sus formas, sus colores y su composición.
Las frases, sencillas y breves, que acompañan a cada una de las imágenes han sido tomadas de textos originales de Tamayo. En ellas el artista explica, de una manera muy personal, sus conceptos sobre la creación y las técnicas pictóricas. Este libro, entonces, no sólo invita al niño a mirar las pinturas del artista sino también a escuchar su voz.
En Yo miro, miro todo el tiempo la experiencia artística se convierte en experiencia lúdica. El niño juega con los colores y las formas y crea, junto con Tamayo, nuevos universos.