Las palabras han creado la conciencia de lo que somos en toda su complejidad, de lo que somos capaces de hacer por o en contra de otro ser humano. Este poder de las palabras ha generado guerras como las ha evitado. Los escritores, en este sentido, han representado el poder que ejercen las palabras en textos donde los protagonistas pagan con resultados funestos su afición, pero también casos en los que la literatura, su lectura y escritura, resultan benéficas para personajes situados en medio de conflictos armados. A los escritores debemos pensarlos como custodios y generadores de cambios. Las novelas y los cuentos canalizados, así como los análisis de cada uno de los colaboradores, dicen, difieren y contradicen, enfrentan a "los emisores de la nada". Poder y resistencia en la literatura latinoamericana está dividido en cuatro apartados que intentan presentar las críticas a la modernidad, el papel de los intelectuales, la revisión de las historias oficiales y su relación con la identidad, y, finalmente, las palabras como transformadoras del mundo. Las obras de los escritores analizados nos proporcionan una lectura del mundo; y los colaboradores del libro nos sugieren lecturas que crean metamorfosis.