El presente volumen publicado por la Academia Mexicana de la Lengua celebra el centenario del nacimiento del poeta (28 de junio de 2018) e inaugura la Colección Facsímiles de la AML. Se trata de un libro extraordinario por la alta calidad de su contenido y por su primor editorial, que permite atisbar tanto las señas de identidad de nuestra corporación como el tesón y disciplina con que Alí Chumacero pulió, astilló y reescribió cada verso del “Responso del peregrino”, un ejemplo —en cierto modo— de la forma en que la lengua crece, se perfecciona, cambia, y del rigor con el que autor documentó esa transformación. Quizá la excepcionalidad de este título sea otro de sus rasgos, pues no hay noticia de un archivo como éste en la poesía en lengua española, compuesto por la sucesión de más de una veintena de testimonios escritos a lo largo de cuatro meses por un poeta entrañable y fundamental para la poesía mexicana. Los herederos de Chumacero no dudaron en abrir las puertas de su taller, para mostrar los moldes y crisoles que escrupulosamente utilizó Alí en su composición. Un archivo cuidadosamente reunido y conservado por él mismo en una carpeta que inicia con un primer borrador manuscrito del poema —todavía sin título— un 24 de marzo de 1949. Luego el proceso creativo a lo largo de cuatro meses, a razón de uno o dos mecanogramas por semana, en que el poeta trabajó sin descanso hasta su publicación el 12 de junio de 1949 en el suplemento literario México en la Cultura. Este título se integró con la asesoría de María Chumacero, la clasificación del archivo genético por Alejandro Higashi, y con textos de Jaime Labastida, Vicente Quirarte y Felipe Garrido.