Leer debe ser un acto que produzca alegría, tristeza, desazón, esperanza e incluso miedo. Pero también provocar la sonrisa o la carcajada plena. Nuestro día a día está plagado de anécdotas y episodios comunes que, de tan cotidianos, nos pasan desapercibidos. Para los escritores que formamos esta colección de cuentos La Risa, remedio casero infalible, las pequeñas historias que parecen tan obvias para muchas personas, no lo son tanto para nosotros. De ahí que decidimos compartirlas con la esperanza de que, al leerlas, sirvan como remedio infalible para dejar por un momento la tristeza o el aburrimiento y pueda el lector soltar la risa franca o una gran sonrisa. La sonrisa de saber que siempre habrá días mejores. O que, al menos, a otras personas les va peor.
Julio Edgar Méndez
Coordinador del Taller literario Diezmo de palabras