Este volumen es una muestra de la vitalidad cultural y poética de Zapotlán el Grande a través de la organización y premiación del certamen de los juegos florales, la jovial justa provenzal que los zapotlenses —entre ellos Juan José Arreola, de quien celebramos el centenario— comenzaron a convocar desde 1942 y que, con algunas pausas, ha continuado hasta la fecha: la flor de 2018 fue para Balam Rodrigo, uno de los poetas mexicanos de mayores merecimientos.
Concebido por Ricardo Sigala, el libro está compuesto por cinco partes. En la primera se presentan los poemas ganadores en el transcurso del presente siglo; la segunda incluye a los ganadores desde 1942; en la tercera se hace un reconocimiento de las personalidades de la región que han conseguido menciones honoríficas, segundos o terceros lugares y cuya importancia merece su inclusión; la cuarta está conformada por los poemas que han obtenido más de una mención honorífica; y, finalmente, la quinta parte corresponde a una sección con tres anexos, entre ellos el prólogo de Juan José Arreola a Primeros Juegos Florales de Zapotlán el Grande, publicado en 1943.
La divisa de los trovadores medievales aún ondea en el sur de Jalisco. Confiamos en que este volumen sea la certeza de la calidad e importancia de una tradición poética promovida en la geografía de Zapotlán, descrita por Arreola como «la cristalina superficie del silencio».