Los cuerpos se acumulan en la calle, afuera de los cines, restaurantes y comercios. El mundo como lo conocemos llega a su fin. La peste trae consigo a los drones y a la Gran Inteligencia, que controla todo, alimentándose de millones de entradas diarias que los ciudadanos están obligados a publicar en la red. Solo hay dos prohibiciones: no salir de la ciudad y nunca hablar de los muertos.
En este escenario distópico encontramos a Jacobo, un hombre atormentado que se enfrenta al fantasma de su madre, quien lo persigue para exigirle que vengue su muerte. En el viaje por encontrar al asesino, se sumerge en las zonas más profundas de la psique humana y en los abismos de una sociedad compuesta por identidades vacías que únicamente podemos conocer a través de una pantalla.
Retrato de mi madre con perros revela a Daniel Rodríguez Barrón como uno de los más singulares escritores del panorama mexicano actual, capaz de conjugar el horror de la imagen apocalíptica con la belleza simple de la vida.