Alfonso Reyes es una figura señera que resplandece con luz propia en el horizonte de las letras mexicanas. Más que eso, don Alfonso escribió páginas doradas en la historia de la diplomacia internacional y abrió puertas que antes resultaban infranqueables para un latinoamericano. Gracias a su virtud, México se instauró en el imaginario europeo como un país de floreciente cultura que, si bien se había convulsionado recientemente por la Revolución, estaba listo para participar, con todo su bagaje y con todas sus nuevas intenciones, en la vida moderna. Don Alfonso, insigne regiomontano, dio a muchos jóvenes creadores la oportunidad de tener un destino en ambos lados del Atlántico. De esto y mucho más es testimonio la copiosa correspondencia que mantuvo con quienes después se convirtieron en grandes personalidades: Diego Rivera, Manuel Rodríguez Lozano, ángel Zárraga, todos ellos frecuentaban a don Alfonso en su estancia europea, todos acudían a él como a un amigo entrañable que les recordaba el calor de su tierra y todos llegaron a México hablando de él como de esa presencia de calina en medio de la tormenta. En las páginas que componen este libro tendremos la oportunidad de conocer diferentes facetas de la personalidad, el trabajo y la creatividad de Alfonso Reyes; sin embargo y más allá de todo esto, los ensayos que aquí se compilan dan cuenta de la gran calidad humana de este polígrafo que se ganó el respeto de los más grandes intelectuales europeos y americanos. El lector quedará seguramente subyugado por la vastedad y complejidad de la obra de don Alfonso, pero, sin duda, encontrará en este libro un auxilio eficaz para guiarse por este camino de conocimiento y goce. Fundación Villacero, comprometida con la divulgación de la cultura y del conocimiento de los grandes artistas, se complace en presentar esta obra, editada en conjunto con el Museo Nacional de Arte, y en rendir un tributo merecido a quien, con su pluma, configurara los paisajes más característicos de México.