Un espécimen del autor que vive en la literatura y para la literatura, es Agustín Monsreal, quien impregna este libro de inteligencia, experiencia y emotividad: DESEO DE GLORIA / Ven y alumbra mi costado, náceme, arómame. Breveridades y breverismos está organizado en dos capítulos, en los que se presiente que el autor escribo en un continuo estado de alborozo que logra contagiar al lector. No hay resquicio para lo insulso porque Monsreal es versado en empuñar la brevedad cargada de sentido: QUIÉN DA MÁS / Pobre vaca lechera: sueña ser vaca sagrada. El segundo capítulo tiene como impulso creativoal número siete. El apartado Setenta voces siete ofrece septálogos, consejos para ser un buen minificcionista: dos / 7. El espacio del breverismo debes hacerlo catedralicio. En el séptimo apartado, Dedicatorias por orden de mérito alfabético, el humor es el objetivo alcanzado con creces. Esta obra es celebración a la fértil creatividad de Agustín Monsreal, quien no se asienta en fórmulas perezosas: mantiene la jovialidad en sus letras para tener una presencia dinámica en el ámbito literario.