Phillip Lopate entiende el ensayo como una vía sinuosa para ir al encuentro de sí mismo, y no como una disertación o una prosa de ideas. Después de trazar el linaje del género en The Art of the Personal Essay, quiso reflejar su defensa de la primera persona como eje de la escritura en una colección de ensayos cuya unidad fuera, más que su propia vida, la forma en que el mundo se presenta ante él. Al igual que otros autores que han hecho de sí mismos la materia de su libro, Lopate termina por construir un autorretrato. En el incluye un recuento pormenorizado de su cuerpo, pero sobre todo de sus renuncias, de las muchas formas que adopta su incredulidad.
“La autoridad de la casa en el género del ensayo personal y uno de sus mejores practicantes”
Washington Times.