En estos relatos testimoniales, Saúl Ibargoyen actualiza dramáticas situaciones vividas directa o indirectamente, referidas a un tema permanente en la historia humana, acentuado desde las últimas décadas y aun en las naciones capitalistas desarrolladas: la pobreza. Sin intención sociologista ni teorizante, más allá de banderías políticas, describe eventos que tienen lugar en diversos lugares de América Latina y en ámbitos culturales cuyas coincidencias objetivas se dan en función de carencias materiales y de las limitadas vivencias espirituales que aquéllas generan. El autor apela a veces a la escritura híbrida —con toques de guaraní y portugués—, ya utilizada en sus novelas y cuentos, y sin renunciar a sugerencias con matices de ficción, dado que, si la literatura es mensaje, éste debe trasladar valores éticos y estéticos dignos tanto de la atención del lector y como de cualquier temática riesgosamente asumida.