Periodista y escritor político de toda la vida, Luis Spota, a su muerte no pudo librarse del estigma al que inevitablemeten se ven expuestos pocos, sólo los grandes, de esos seres sobre los que él escribió tanto. Por eso, sin que se lo propusiera, su obra quedó a merced de ese fantasma al que algunos políticos conjuran y se acogen: el juicio de la historia, creyentes fervoroso de que el tiempo los pondrá en el sitio privilegiado que en su hora inmediata no pudieron conquistar. Sin embargo, Spota no tiene necesidad de esto. Son otros, los que se equivocaron, quienes hoy reclaman una oportunidad para rectificar, para reconocerle a este escritor el exacto valor de su obra porque, quizá, ante la fuerza de lo inevitable, se hayan dado cuenta de que son ellos, los crítico, los intelectuales, quienes corren el riesgo de que el juicio del tiempo los haga quedar mal por subestimar su vasto e importante trabajo literario. El "Homenaje a Luis Spota. La novela política, ¿expresión de la realidad social?", organizado por la Coordinación de Comunicación Social del Estado de Chiapas y efectuado del 24 al 27 de agosto de 1988 en Comitán, Chiapas, es muestra palpable de ello. En este evento, durante cuatro días, un representativo grupo de periodistas, escritores y críticos literarios, hombres y mujeres, no solamente de México sino también de varios países de América Latina, expusieron y discutieron sus posiciones respecto a la literatura política y, por ende, sobre la obra spotiana. Este libro, que conjunta lo más importante del encuentro, quiere ser uno de los primeros testimonios que avalen la verdadera estatura de Spota escritor.
Gustavo Armenta
