El caso de Rulfo es el del escritor que tiene mucho que decir —no tanto en extensión como en profundidad— y que por condicionamientos de su misma biografía se ve obligado a expresarse a través de personajes sumamente rústicos, “gente que aparte de ignorante casi no habla”. Por lo que no le queda más que infiltrarse, si se quiere subrepticiamente, en el mundo interior de sus personajes y dotarlos de su propia sensibilidad artística para que puedan apreciar la realidad que los rodea y expresarse sobre esa realidad en consonancia con la visión del mundo que él, Rulfo, elabora a lo largo de su obra literaria.
* Esta contraportada corresponde a la edición de 2012. La Enciclopedia de la literatura en México no se hace responsable de los contenidos y puntos de vista vertidos en ella.
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