¿Van Gogh era un optimista?, ¿tan fuertemente optimista como para sacarle de la cabeza a Franz Kafka el deseo de suicidarse? ¿Henry Miller era un santo encarnizado? ¿Oliverio Girondo anticipó una descripción de la indescriptiblemente violada Argentina de los años 1976 y siguientes? ¿Juan Rulfo, ya muerto, puede informarnos qué pasa después de la muerte?
Para responder a cada uno de estos interrogantes Braceli necesitaba escribir varios ensayos. Decidió encararlos, pero eligiendo un nuevo método: el del trans-ensayo, o ensayo emergente, es decir el ensayo al revés. ¿Cómo los elabora?: poniéndose a conversar sucesivamente con Miller, con Girondo, con Rulfo o, juntando por única vez en memorable charla, a Van Gogh con Kafka.
Braceli pregunta, indaga, escarba, y estos personajes le responden con palabras que ellos escribieron en cartas o libros, freses siempre textuales pero sacadas absolutamente de contexto. Humor, atrevimiento y vivencias insospechadas surgen así de estas conversaciones-ensayo que proponen un nuevo camino para investigar o recrear.