"Me llamo Max, tengo catorce años y tengo más miedo que el resto de los niños. Porque a veces me pasan por la cabeza unas cosas muy extrañas que no sé qué son, de dónde vienen ni para qué sirven. Si es que sirven para algo. Y entonces tengo la sensación de que los otros se dan cuenta de que no soy como ellos y por eso me tienen miedo."
Así comienza el relato de Max. Un relato duro y sincero. Con la honestidad del que se sabe diferente. Con la crueldad de quien es consciente que no encaja. Con las peculiaridades de quien se reconoce enfermo. La novela ganadora del premio de literatura infantil y juvenil Cifre de Colonya, de Mallorca, es un ejercicio maduro y arriesgado que atrapa al lector, lo coge de la mano y lo acompaña por una vivencia especial: lo sitúa dentro de la cabeza de un chico con un trastorno psiquátrico, le hace ver a través de sus ojos y le hace vivir sus sentimientos. Y no cierra nunca la puerta a la esperanza.