En la Hacienda de Tamariz, inmediata al pueblo de Amecameca, Estado de México, nació la poetisa Laura Méndez, el dieciocho de agosto de 1853. Su inclinación por las letras muy pronto la llevó a la capital de la república, donde brillaba por entonces la figura de Manuel Acuña entre los jóvenes poetas. Afrontando las vicisitudes y la adversidad de su tiempo, se enamoraron ellos dos, vivieron juntos y procrearon un hijo, el que moriría a los pocos meses de nacer. Laura se casaría más tarde con el también poeta Agustín F. Cuenca, del que pronto enviudó. Destacada diplomática, educadora noble y ejemplar, su labor en el magisterio ganó para ella la admiración de sus contemporáneos. "En su labor periodística -Dice Gonzalo Pérez Gomez- destacan sus Cuentos cortos, que forman dos extensas colecciones: Impresiones de viaje; y buena cantidad de composiciones poéticas (...) en las que se revela como auténtica romántica, aunque con cierto dejo modernista". Murió Laura Méndez de Cuenca a la edad de setenta y cinco en la Ciudad de México, el primero de noviembre de 1928. Sus restos, desde el treinta y uno de diciembre de 1974, descansan en la Ciudad de Toluca, en la Rotonda de los Hombres Ilustres del Estado de México.