Udo Berger tiene veinticinco años y está en el mejor momento de su vida. Su pasión y su ocupación son los juegos de guerra; es un campeón en su país, y escribe artículos en las revistas especializadas. Tiene la independencia económica tan deseada por los jóvenes, amistades interesantes y profundas, como Conrad, su compañero de juegos, una novia a la que ama, Ingeborg, y a diferencia de lo que le sucedía en la adolescencia, ahora nunca se aburre. Udo y su novia Ingeborg se van a pasar unos días al lugar de la Costa Brava donde él veraneaba con su familia cuando era niño, y se alojan en el hotel Del Mar, el mismo de aquellos días. Es el primer viaje que hacen juntos, quizá el ensayo para una futura convivencia. Udo hace instalar en su habitación una gran mesa donde despliega los hexágonos y las fichas de sus batallas; no tiene demasiado interés en el sol y la playa, prefiere pensar nuevas líneas y estrategias para el Tercer Reich, su juego. Por la noche van a una discoteca y conocen a Charly y Hanna, otra pareja de jóvenes alemanes. Beben, hacen planes para los días que vendrán, y cuando bajan a la playa al final de la noche, Charly desaparece. No para siempre, porque regresa cuando sus aterrorizados compañeros ya lo imaginaban perdido en el mar, o entre los oscuros pliegues de esos paraísos extranjeros de sol, sexo y arena, pero esta desaparición ya abre la puerta de los acontecimientos por venir. Porque el imprevisible Charly será quien introduzca a Udo y a Ingeborg en la pequeña e indescifrable comunidad del lugar, donde circulan turbios personajes como el Lobo o el Cordero, que tanto pueden ser trabajadores de verano como mafiosos; Frau Else, la guapa encargada del hotel, que ya fascinaba a Udo cuando era un adolescente, o el Quemado, el solitario guardián de los patines de la playa, que cada noche agrupa en un círculo impenetrable para construir el búnker donde vive. Ese hombre desfigurado por las cicatrices pero con un cuerpo tan trabajado que algunos le llaman el Musculitos, y del que nadie sabe nada, aunque insinúan que es extranjero, que fue torturado en su país. Y que siempre está cerca, como un testigo mudo, monstruoso, quizá sabio...
El Tercer Reich, escrita en el año 1989, es una espléndida novela de la primera etapa de Roberto Bolaño, un extraordinario escritor que comenzaba a construir con mano maestra su mundo, su lenguaje, a depurar sus influencias y maestros, donde ya aparecen algunos de sus grandes temas, como las extrañas formas y deformaciones del nazismo, o que la cultura —los juegos, o la literatura— es la realidad.