Hontanar es un libro hecho con los sentidos a flor de la memoria. Armando Salgado aprehende el siempre remoto tiempo de la infancia con una sucesión de instantes, como si fuera un rosario de ceniza y de rescoldos, y ofrece un espejo de nostalgia.
Quien se acerque a estos versos, sentirá como se cimbra el pasado personal con texturas, sabores, imágenes, sonidos y aromas. Abrirá un añoso ropero de sorpresas, correrá tras un papalote, escuchará el canto de los gallos y sentirá entre los dedos la olorosa y desesperante resina. A este poemario se le agregó la levadura justa para amasar recuerdos.
"Hubo un tiempo donde respirar/era posible", dice el poeta y sus lectores tendrán que tomar aire verso a verso porque con suave intensidad verán recuperado el ayer como si nada pasara, aunque haya ocurrido todo.
Si, "Dar los buenos días/era sentir el corazón en el saludo", yo le doy los "Buenos días" a Hontanar.