Veintisiete brujas necesitan un nombre para seguir existiendo. Con el fin de lograrlo deciden preparar una “fórmula para robar nombres”, para lo cual es indispensable un mechón de pelo de niño aterrado. En la búsqueda de este ingrediente las brujas reciben varias sorpresas, porque no imaginan que El Tuercas es un niño valiente y muy astuto, capaz de triunfar ante el miedo. Este cuento pudo haber sido de terror, pero la autora lo convirtió en una historia divertida.
* Esta contraportada corresponde a la edición de 2003. La Enciclopedia de la literatura en México no se hace responsable de los contenidos y puntos de vista vertidos en ella.
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